4/2/13

Mi experiencia Lasik


¡Hola a todos y a todas! Soy Nathalie y después de 57.839 desesperantes y, por supuesto, fallidos intentos  de crear un blog por otro sitio... ¡Aquí estoy, con blog y ganas de escribir!
He decidido crear este blog para compartir mis experiencias con vosotros, y como hace nada tuve una experiencia digamos importante... aprovecho y os la cuento.

Aviso que lo que os voy a contar es desde mi experiencia personal. No pretendo ponerle a nadie un cuchillo en el cuello para que lo haga. 

Este viernes 25 de enero pasado me sometí a la cirugía Lasik, en Valencia, para decirle adiós a mis gafas y lentillas espero que para siempre. Se que hay mucha gente que por lo que sea no se atreve. Yo os animo a que, si alguien está dudando, se opere porque de verdad que, en mi caso, merece la pena. Y recalco que en mi caso porque cada persona es un mundo. De todos modos con los avances que hay hoy en día hay muy poca probabilidad de que salga mal; pero claro ahí está y todos tenemos ese miedo de que nos toque a nosotros. 

Voy a hacer un pequeño (si claro...pequeeeeeño...) flashback para contaros un poco mi vida y como tomé esta decisión tan importante. 


  • A los 8 años mi madre se dio cuenta que no veía 3 en un burro. Todo el mundo me decía que como no me había dado cuenta y yo, inocente de mí, pensaba que todo el mundo veía igual que yo. Fue ir a la óptica y descubrir un mundo en HD... Ya os imaginareis a una niña dándole el tostón a su madre con: "¡Mira mamá! ¡Allí pone tal! ¡Allí pone pascual!" los que llevéis gafas sabréis cual es la sensación. 

Como nunca me gustó llevar gafas, siempre tuve la idea de operarme metida en la cabeza, pero como tenía que estabilizarse primero la vista y eso solía pasar a los veintitantos se me hacía muy lejano con 8 años.


  • A los 14, entre que soy muy presumida y que me empezó a dar vergüenza llevar gafas, (un complejillo tonto que me dio) empecé a usar lentillas. Era todo muy bonito hasta que con 19 años empezaron a molestarme una barbaridad. Cuando me las ponía me escocían los ojos, a las pocas horas de llevarlas se me empezaba a nublar la vista, etc, etc... Pero conviví con ello. 



  • A los 21 me dio por ir al médico porque ya apenas podía ponerme las lentillas y las gafas no me gustaban y me dijo que había desarrollado una intolerancia a la lentilla... Así que eso fue lo que me empujó a preguntar cuantos años mas tendría que esperar para operarme. El doctor, según lo que le dije (que llevaba bastante tiempo con las mismas dioptrías), me dijo rápidamente que cuando quisiera; así que me dio la tarjeta de su clínica y me dio fecha para hacerme las pruebas previas para saber si eres apto o no para la operación. 

En mi caso , que aún no lo he dicho, tenía 3.5 en el ojo derecho y 3 en el izquierdo.
A partir de aquí, como hacía tiempo que no me ponía las lentillas, todo fue muy rápido. 


Me dieron fecha para el 21 de enero. Y en las pruebas te hacen lo siguiente:


  • Miran la graduación de tu gafa
  • Miran la presión ocular, que por cierto nunca antes me habían hecho esta prueba y me hizo gracia porque una máquina te sopla al ojo... y como no me lo esperaba, del reflejo, un poco mas y salto del taburete.
  • Te dilatan las pupilas, que, por cierto, me pareció curioso el hecho de que con las pupilas dilatadas tenía que quitarme las gafas para ver "bien" de cerca.
  • Miran el grosor de tu cornea 

Una vez finalizadas las pruebas, el doctor me dijo que era apta para la operación y me dio un calendario con las fechas que me podía operar. Elegí el día 25. Allí te dan unos papeles que tienes que leerte y llevar firmados el día de la cirugía.
En los papeles te explican el protocolo de la cirugía, la medicación que tienes que comprarte, lo que tienes que llevar el día de la operación, en que consiste el preoperatorio, el postoperatorio y las preguntas mas frecuentes.


El gran día

Como en todas las fechas especiales siempre hay un grano o algo que quiere estar ahí presente contigo para no perderse ningún detalle y, por supuesto, con la gran suerte que tengo, para ese día me salió un orzuelo, aunque pequeñito. 

Me citaron a las 18:00. Una hora antes de la operación te tienes que tomar un tranquilizante y con lo nerviosa que estaba no me hizo absolutamente nada. Bueno un poco si, estuve tranquilita hasta que me llamaron. Cuando me llamaron el tranquilizante dejó de hacer su efecto y me puse otra vez como una moto.
Una vez te llaman, te pasan a una salita donde te ponen un gorrito una bata y unos peucos todo muy verde enfermera. Allí te sientan y las doctoras te van poniendo las gotas de anestesia y te dicen que esperes hasta que te vuelvan a llamar.
Antes les había comentado si podía acompañarme mi amigo el orzuelo. El doctor me lo miró y dijo que no pasaba nada así que mi amigo orzuelín (así lo llamé) se salió con la suya y estuvo presente.

Cuando te vuelven a llamar te pasan a la zona quirúrgica y te dicen que te tumbes en la camilla. Te ponen un papel encima y dejan libre sólo los ojos (lógico, ¿no?). Después te dicen que no te muevas ya que te van a poner el cacharro que te abre los ojos e impide que los cierres, como la naranja mecánica...
Mi cara más o menos era esta.

 es broma, ya veréis que no es para tanto lo que pasa es que soy un pelín exagerada (risa malvada); una vez te han colocado el cacharro en el ojo te dicen  que mires a la luz verde parpadeante y que cuando la dejes de ver avises. Cuando deje de verla fui a preguntar si había cerrado los ojos pero algo pensante en mi cabeza me recordó que los tenía abiertos y no podía cerrarlos. De repente vuelves a ver y oyes una voz que dice: "¡Ya está! ¡Siguiente ojo!" y tu te quedas como diciendo: "¿Ya? ¿Tantos nervios para esto?"
Con el otro ojo estuve mucho más tranquila aunque ofrecí mas resistencia cuando me tuvieron que poner el aparato que te abre el ojo. Y cuando te quieres dar cuenta te vuelven a sentar en la sala donde tenías que esperar, te vuelven a echar gotas y te dicen que estés ahí un rato con los ojos cerrados.
Cuando ha pasado ese rato te dice el doctor que abras los ojos y te los  revisa para ver si todo ha quedado bien, y, para mi sorpresa, te dan el vídeo de tu operación grabada por si no te has desmayado de los nervios mientras tanto, te desmayes de la impresión en casa viéndolo. Después te da cita para que te vuelva a revisar en una semana y te manda a casa.

A partir de aquí tienes que llevar las gafas de sol más que nada para que no te lleves las manos a los ojos. Yo había escuchado que después de la operación eras fotosensible y, en mi caso, para nada fue así.
Una vez llegas a casa tienes que "echarte un pedazo de siestorro de mínimo 2 horas" tal y como dijo mi maravilloso doctor, ya que el párpado es el mejor vendaje para el ojo y así lo hice... Cuando abrí los ojos y me dí cuenta que veía tan bien... fue una sensación que nunca olvidaré. 
Es normal que cuando abráis los ojos notéis como si tuvierais una pestañita dentro pero estaros tranquilos que en unas horas se os pasa.

A los días, yo estaba un poco preocupada porque veía mejor con un ojo que con el otro. En la revisión, aproveché y se lo comenté al doctor y me dijo que todo estaba perfecto y que era normal, que cada ojo tenía un modo de recuperación.

Los días siguientes no os tenéis que preocupar si os dais cuenta de que veis con un ojo mejor que con el otro, o veis un poco borroso. De hecho, mis ojos se van turnando, un día veo mejor con uno, otro día al revés. El doctor me dijo que el plazo de cicatrización es de un mes y era normal notar estas cosas que os acabo de decir.

Hoy tengo la próxima revisión, ya os contaré que tal me ha ido.
Y nada más, deciros que estoy contentísima con la operación y que, de verdad, ha merecido la pena.

No hay comentarios :

Publicar un comentario